Para seguir con los cumpleaños, antes de ayer fue el de Lucía, una de las compañeras del departamento, y ayer por la noche estuvimos celebrándolo en su casa con una fiesta tranquilita (unas cervezas y algo de música). Los amigos de Lucía y de su novio son un descojono, nos echamos unas buenas risas. A continuación intento reproducir dos "monólogos" de ayer por la noche, que en su momento me parecieron buenísimos; espero poder conservar la gracia:
Monólogo 1 (una amiga de Lucía)
Yo antes iba mucho al gimnasio, prácticamente todos los días. A veces me pasaba una hora en el step, con un libro, y dándole. Una vez incluso me tuvieron que decir que me bajara, que había gente esperando. Pero ahora no sería capaz, estoy fuera de forma y no aguantaría ni dos minutos. En el aparato ese de levantar pesas me quedaría colgada en el aire. Y en el step, me pondría roja, no, morada. Tendría la cara morada y el resto del cuerpo blanco, sudando como un pollo. Además, seguro que pensarían que soy lesbiana, porque estaría mirando a todas las demás pensando: "mira ésa, qué en forma está; y esa otra, qué brazos; ¿y esa cómo puede levantar tanto peso?". Sería una lesbiana con la cara morada colgada de una máquina de gimnasio.
Monólogo 2 (un amigo de Connor)
La verdad es que no suelo dormirme nunca cuando viajo. Hubo una vez, que venía desde Dublín, y tenía mucho sueño: me puse la capucha del chándal, las gafas de sol, y me apoyé en la ventanilla. Me quedé frito. El autobús iba parando en los pueblos, la gente se subía, se bajaba, y yo dormido. Total, que me desperté al cabo de un buen rato. ¿Sabéis esas veces que te despiertas y estás tan a gusto que empiezas como a ronronear? Bueno, pues así. Abro los ojos pensando que estaría en mi cama, en casa, y lo primero de lo que me doy cuenta es de que llevo gafas de sol. ¿Por qué llevo gafas de sol? Luego me acuerdo: Dublín, el autobús, y tal. Lo segundo de lo que me doy cuenta es que ya no estoy apoyado en la ventanilla: estoy dado la vuelta, y apoyado en algo blandito. Consigo centrar la mirada y me encuentro con un negro de dos metros, con brazos más grandes que mis piernas. He estado durmiento, con mi capucha y mis gafas de sol, apoyado en su brazo, babeándole en el brazo y todo. Me incorporo y le digo al negro: "Perdona, tío, lo siento mucho". Y él: "No pasa nada, hombre, no te preocupes". Me doy la vuelta, me apoyo en la ventanilla y me vuelvo a quedar dormido. Fue bastante embarazoso...
En fin, no sé si he conseguido "transcribir" bien las historias, pero en su momento las dos me parecieron graciosísimas.
Otros temas de los que se habló durante la noche: esta cagada del Irish Independent en su portada; un panfleto de seguridad que el gobierno irlandés ha mandado a todas las familias, donde se recomiendan cosas como "en caso de accidente nuclear, quédate en casa y enciende la radio"; o un anuncio muy puñetero de Ryanair donde se ríe de esta otra cagada de Aer Lingus: "¿Cómo llaman en Aer Lingus a vender un billete de avión por 5€? 'Un error' ¿Cómo lo llamamos en Ryanair? 'Bajo coste'"
Edward Carey: Los secretos de Heap House (Trilogía Iremonger, libro I)
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*Idioma original: *inglés
*Título original: **Heap House*
*Año de publicación: *2013
*Traducción: *Lucía Barahona Lorenzo
*Valoración: *Más que recomen...
Hace 5 horas
1 comentario:
Santi, no sé qué ha pasado pero soy incapaz de encontrar tu dirección de correo. Te he reservado una invitación para twine y me gustaría hacértela llegar. Así que ya sabes, cuando quieras te pones en contacto conmigo y te invito a una de esas cosas que te gustan tanto. Por cierto, he estrenado página.
Abrazo.
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