domingo, 30 de diciembre de 2007

5 Giftable books

Ahora que estamos en medio de Navidad, Noche Vieja, Reyes, es decir, el Olentzero, el Niño Jesús, Papá Noel, los Reyes... he pensado que podría estar bien hacer una lista con 5"libros regalables", para dar ideas si alguno quiere quedar bien estas fiestas. ¿Qué es un "libro regalable"? (el término creo que es de Leyre). Es un libro, normalmente novela, habitualmente no muy largo -de 100 a 200 páginas-, bien escrito, con una buena historia y que es fácil de leer, de forma que gustará a casi cualquier lector. Bueno, pues esta es mi lista de 5 libros regalables:

Mario Benedetti: La Tregua.
Todo un clásico: en el colegio y en la universidad, este libro fue como un fenómeno generacional: se regalaba en los cumpleaños, se leía, se compartía, se subrayaba... Es una novela, escrita en forma de diario, que cuenta la vida de un oficinista que se enamora de una compañera de trabajo unos meses antes de jubilarse. En la edición de Alianza -en la que aparece una cara cortada en tiras verticales, y que ahora acaban de reeditar- cometen el pecado de contar el final en la contraportada, así que por si acaso no la leáis...

Alessandro Baricco: Seda
No sé cuántas ediciones irán ya de esta novela: ¿50? ¿100? Lo cierto es que su autor acertó con las teclas adecuadas y no ha vuelto a escribir nada tan bueno desde entonces, aunque Océano Mar se le acerca. Seda cuenta, con un estilo muy poético y muy ligero, la historia de un comerciante de seda (de ahí el título, claro) que decide viajar directamente a Japón a comprar mercancías, y allí se enamora de una misteriosa mujer. Es un libro corto, muy corto, se lee en una tarde, pero deja muy buen sabor de boca.

Antonio Tabucchi: Sostiene Pereira
Es posible que el título os suene, porque hicieron una película con Marcello Mastroiani en el papel protagonista. Cuenta la historia de un aburrido y aburguesado periodista portugués durante la dictadura de Salazar, cuya vida cambia por completo cuando contrata como ayudante a un joven inquieto y emprendedor, además de comunista, como ayudante. Las palabras del título, "sostiene Pereira", son como un estribillo que se repite a lo largo de la novela, como si se tratara de una entrevista.

John Fante: La hermandad de la uva
En realidad, casi cualquier libro de Fante es bastante regalable, aunque a lectores muy puritanos quizás les escandalice un poco su lenguaje deslenguado; a los demás seguramente les guste su oscuro sentido del humor y su galería de perdedores en algún lugar de los Estados Unidos. Más dura, pero también más profunda, es Pregúntale al polvo, del mismo autor.

Gabriel García Márquez: El coronel no tiene quien le escriba
Vale, no es una obra maestra como Crónica de una muerte anunciada o Cien años de soledad, pero todo lo que escribe García Márquez es bueno... excepto El otoño del patriarca. En este caso, esta novela corta cuenta la historia de un coronel retirado que no tiene más ocupación que esperar al correo y cuidar de su gallo de pelea. Y cuando parece que las cosas no pueden ir peor, van peor.

Esos son los que se me ocurren en este momento. En las puertas se han quedado El Guardián entre el centeno (especialmente para adolescentes a los que les guste leer... si es que queda alguno), El curioso incidente del perro a medianoche (más ligero, muy divertido), Intimidad de Kureishi (bastante más denso y algo depresivo), La jugadora de Go de Shan Sa (la historia de amor entre un soldado japonés y una mujer china) o El rumor del oleaje de Mishima (una especie de Romeo y Julieta a la japonesa). Y para los que leen en euskera, 110. Streeteko geltokia.

Se aceptan sugerencias de "libros regalables" en los comentarios.

sábado, 29 de diciembre de 2007

Don't mention the war!

Ayer, durante una cena en casa de Txus y Mari Tere -que por cierto cenamos como condes, o duques, o príncipes, o algo-, alguien mencionó La vida de Brian, y eso nos llevó a hablar de los Monty Python, y de ahí a John Cleese, y a Fawlty Towers. Esta última es una serie británica de televisión, de sólo 12 episodios repartidos en dos temporadas, emitida por primera vez en 1974 y 1979, y que no sé si alguna vez se ha visto en España, con un tipo de humor muy parecido al de las películas de los Monty Python; a pesar de ser tan corta, está considerada una de las mejores series de televisión de la historia.

A esta serie pertenece el capítulo titulado "The germans", de donde viene la frase "¡No menciones la guerra!", que yo oí por primera vez como parte de un chiste, sin saber que venía de aquí. En fin, en honor a Marina y Dyfed (pronunciado aprox./daved/), aquí os dejo el clip de ese capítulo, en el que Basil (John Cleese) no para de insistir en que nadie mencione la guerra, para no ofender a sus huéspedes alemanes, pero claro, él mismo no deja de mencionarla.

Lo siento, pero no he encontrado el vídeo en español, ni con subtítulos. A cambio, aquí tenéis una transcripción parcial del diálogo (en inglés). Que lo disfrutéis.

miércoles, 26 de diciembre de 2007

Sysops at work

Una nueva entrada sobre la Wikipedia, esta vez para demostrar que, es verdad, a veces se cuelan cagadas, pero también que cuando eso pasa es raro que al final no se descubran y alguien las remedie.

El problema se produjo en el artículo sobre Julióbriga, una ciudad romana de Cantabria. Un usuario, Angelito 86, se dedicó a mejorar y ampliar el artículo, y tanto lo amplió y mejoró que en agosto llegó a ser Artículo Destacado (es decir, bien escrito, completo, extenso, bien referenciado, bien ilustrado...) e incluso apareció en la Portada de la Wikipedia como Artículo Destacado de la semana, el 8 de noviembre de 2007.

Lo malo del tema es que un mes más tarde otro usuario, de nombre "Licoius", dejó este mensaje en la página de discusión del artículo -hoy borrado- y en la de varios usuarios, denunciando que el artículo en cuestión era un plagio de esta página y de esta otra (el segundo enlace no funciona ahora mismo, pero cuelga de esta otra página). No me he puesto a comparar los textos, pero parece que el plagio era evidente.

Ante esa denuncia, como puede verse en el registro de la página, hay varias reacciones sucesivas: "Drini" borra la página por primera vez por plagio, pero "Muro de Aguas" lo recupera, por creer que se trata de un error; poco después "Góngora" lo borra de nuevo, pero se arrepiente y lo vuelve a restaurar porque, al tratarse de un AD, le da miedo equivocarse; lo consulta con "Petronas", quien pone el artículo en cuarentena -es decir, lo oculta de forma preventiva-, le deja un mensaje a su autor (Angelito 86) y, al no obtener respuesta, borra el artículo por plagio. Lo que me extraña es que no bloquease (o sea, expulsase) a Angelito de por vida, por caradura.

Este caso es especialmente llamativo por dos cosas: porque el artículo fue dado por bueno durante mucho tiempo (casi cuatro meses) y llegó a ser Artículo Destacado; y porque fue necesaria una denuncia del "plagiado" para que los mecanismos de protección de Wikipedia se pusieran a funcionar -lo normal es que los plagios sean mucho más cutres y se reconozcan al momento-. Lo cual demuestra, por una parte, que es posible encontrar chapuzas en Wikipedia, pero también, creo yo, que es difícil que estas chapuzas sobrevivan.

Por cierto, tras el borrado del artículo alguien se animó a volverlo a empezar desde cero, aunque todavía sólo es un esbozo, es decir, un miniartículo en espera de ser ampliado.

martes, 25 de diciembre de 2007

White Christmas?





¿Verdad que éstas no son estampas muy navideñas que digamos? Pues es lo que se veía desde mi balcón ayer por la tarde. Cielos azules, ni una nube, temperaturas agradables... ¿Se lo deberemos al calentamiento global, o será casualidad?

Sea como sea, aprovecho para desear a todo el que pase por este blog unas felices fiestas, un buen principio de 2008 y todo lo demás que se suele desear por estas fechas: paz, felicidad, armonía, buen rollo, salud, dinero, amor, un buen trabajo, un buen sueldo, un piso sin hipoteca...

lunes, 24 de diciembre de 2007

Whose is bigger?

Las relaciones entre Bilbao y Donostia-San Sebastián, como entre todas las ciudades cercanas y rivales, supongo, se parecen a esas discusiones infantiles de "pues yo soy más alto", "no, yo más", "yo más", "pues tú hueles mal", o como esas ya no tan infantiles de "pero yo la tengo más larga". En un nuevo capítulo de esta discusión, como reportero intrépido e invitado por Nerea y su familia, el pasado viernes me fui a Donosti para la feria de Santo Tomás.

Para los que sean de fuera, hay que aclarar que el día de Santo Tomás -21 de diciembre- se celebra en Bilbao y en Donosti (y probablemente en más sitios) una feria tradicional de verduras, ganado y demás productos de caserío, que últimamente se ha convertido en un gran botellón con la sidra y la txistorra como elementos principales.

Según los de Donosti, cómo no, su feria es mejor que la de Bilbao. Yo, personalmente, la única diferencia que vi es que allí la gente se viste más de cashero -o sea, de aldeano-, mientras que en Bilbao la mayoría salimos vestidos "de calle", o sea, normal. Aparte de eso, la misma cantidad de botellas vacías, el mismo olor a chorizo y a sidra, las mismas aglomeraciones, las mismas borracheras de 10 de la mañana a 10 de la noche (y más allá, como diría Buzz Lightyear)...

Aquí van unas cuantas fotos del evento en cuestión: Mi Nerea vestida de cashera "a la moderna", con el "marco incomparable" de La Concha al fondo:



Unas cuantas personas comiendo talo con txistorra:



Y los animales, que siguen teniendo su protagonismo: una cerda de 386 kg. (en Bilbao suele ser un cerdo, de nombre "Tiberio"):



Y unos burros que, como se puede ver en la fotografía, cagaron lo suyo durante el día:



En fin, lo que viene siendo una feria agroganadera. Pero eso sí, la de Bilbao es más grande.

miércoles, 19 de diciembre de 2007

I'm a sociopath...

En el viaje de vuelta de Limerick a Bilbao hice un interesante descubrimiento sobre mí mismo: soy algo sociópata. No en todas las circunstancias, ni en todos los momentos, ni todos los días, pero sí cuando viajo: prefiero estar solo a tener que tratar con otras personas, sobre todo si esas personas son apenas conocidos, y más todavía si tenía planeado leer durante ese viaje.

Para empezar, desde Limerick a Londres viajé con Giorgio, un italiano muy majo, amigo de Carmen, mi flatmate, con el que compartí un taxi al aeropuerto porque cogía mi mismo vuelo para luego conectar con otro a Milán. El hombre era perfectamente agradable, con mucho mundo, con una conversación interesante, y estuvimos hablando de Limerick, de Escocia, de viajes, de la situación de las universidades... Y yo durante este tiempo sólo pensaba en Next, de Michael Crichton, que estaba ahí, sin abrir, esperándome.

Cuando llegamos a Stansted, yo hice el check-in, Giorgio y yo comimos juntos -es un decir: un panini y un latte mediano en el Costa- y luego me fui para la zona de embarque, porque solo tenía dos horas para hacer la conexión. Y cuando ya estaba llegando a la puerta del avión, salivando ante la idea de ponerme por fin a leer, me encontré con un antiguo amigo de la infancia, al que hacía años que no veía. Y claro, estuvimos poniéndonos al día, "dónde estás, qué haces, qué tal tu familia"... y hablamos de Irlanda, y de Escocia, y de viajes, y de Londres, y de literatura, y de Alemania, y de la situación de las universidades... Una vez más, una conversación interesante, amable, cosmopolita, entretenida, absolutamente nada que objetar. Pero tengo que reconocer que me sentí aliviado cuando, al cabo de un rato de estar ojeando nuestras revistas de Easyjet, mi antiguo amigo de la infancia se quedó dormido, y yo pude, ¡por fin!, empezar la novela de Crichton, que encima, para más coña, ni siquiera me está gustando mucho.

En fin, ¿es grave cuando se empieza a preferir las personas de papel a las de carne y hueso? Menos mal que esto sólo me pasa en los aviones...

lunes, 17 de diciembre de 2007

That would do...

Se acabó el semestre: esta tarde he entregado las notas, he dejado los exámenes corregidos en el cajón, he ordenado la mesa, he tirado a reciclar todas las fotocopias apiladas en la balda, me he despedido de los compañeros del departamento, he apagado el ordenador y ya no lo volveré a encender hasta el día 18 de enero, es decir, hasta dentro de un mes exacto.

Mañana vuelo a Londres y de Londres a Bilbao, así que mañana por la noche me tenéis por allí, dispuesto a comerme el mundo, y todo el jamón ibérico que haga falta. Espero que en este mes nos veamos todos, y los que no nos veamos que por lo menos hablemos para desearnos Feliz Navidad, Feliz Año Nuevo, Feliz Hanuka, etc.

viernes, 14 de diciembre de 2007

Plagiarism

Parece increíble que, en los tiempos que corren (en que existe Google, quiero decir) algunos alumnos copien sus trabajos de internet y pretendan hacerlos pasar como propios, como si fuéramos tontos y no supiéramos usar un buscador. Especialmente ingenuos son los alumnos que, incapaces de articular dos palabras en español en condiciones normales, de repente te entregan un texto con frases como: "La articulación orgánica de la literatura española fue explícitamente aceptada por críticos de la talla de Menéndez Pelayo".

También están bien los que cogen un texto en inglés, lo meten en un traductor automático y te lo entregan tal cual, sin revisarlo siquiera. Un ejemplo real de una redacción que recibió otro profesor decía: "yo consigo encendido bien con mis amigos", traducción palabra por palabra de I get on well with my friends ("me llevo bien con mis amigos).

Lo más divertido es que, cuando los descubres y les acusas de plagio, suelen seguir las clásicas fases:

Negación: "¡Yo no he plagiado! ¿Dónde dices que has encontrado mi texto?"

Ira: "Me parece un insulto que me acuses de plagio. ¿Qué pasa, es que no puedo mejorar mi español y aprender nuevas expresiones gracias a internet?"

Negociación: "Bueno, sí, he hecho un corta-y-pega del Rincón del Vago, pero he cambiado los 'pero' por 'sin embargo' y los 'luego' por 'después'" o "Sólo he copiado ciertas expresiones... el nombre y la fecha son míos, por ejemplo".

Depresión: "¡Por favor, no me suspendas, esta asignatura es muy importante para mí! ¿Cómo se lo voy a explicar a mis padres?"

Aceptación: "De acuerdo, volveré a escribir el ensayo, y esta vez prometo que estará lleno de fallos".

Por supuesto, no todos los alumnos pasan por estas fases: los más caraduras se agarran a las dos primeras, los más blandos saltan directamente a las dos últimas. Al final, todos acaban rehaciendo sus textos. Y sí, generalmente están llenos de fallos.

jueves, 13 de diciembre de 2007

The Fog

Algunas mañanas, cuando hace frío, hay una niebla baja por todo el campus que hace pensar en películas como Brigadoon -para los nostálgicos- o La Niebla -para los fans del cine de terror y de Jaime Lee Curtis-. Esta es una fotografía de esta niebla mañanera:



Afortunadamente, cuando la niebla termina de levantarse no aparecen ni un montón de escoceses cantando, bailando y preparándose para una boda, ni unos marineros zombies buscando venganza. Cualquiera de las dos opciones sería espantosa...

miércoles, 12 de diciembre de 2007

Quiet days in Clichy / Limerick

Días tranquilos, sí, con libros y tesis y muchos cafés, aunque claro, sin tanto sexo como en la novela de Henry Miller (que por cierto podéis leer entera, en inglés, en Google Books). El viernes es el primer examen, y hasta entonces no tengo nada que hacer, porque ya he corregido todos los essays que me han mandado los alumnos por ahora. Como siempre, como todos hemos hecho cuando éramos estudiantes, y seguimos haciendo ahora que somos profesores, o lo que sea, la mayoría de los alumnos me enviará sus textos dos minutos antes de que se acabe el plazo, así que este fin de semana voy a acabar empachado de correcciones. Pero mientras tanto, oh, amada tesis, podemos compartir estos momentos de soledad, ahora que no nos ve nadie, y nadie nos escucha...

domingo, 9 de diciembre de 2007

Digital is real

Para los que oponen lo virtual a lo real, como cosas totalmente separadas, aquí va una pequeña historia sobre cómo la frontera entre los dos mundos a veces puede ser muy fina, y que demuestra que lo virtual sí afecta a lo real.

Resulta que Carmen, mi compañera de piso, estaba un día "googleándose" a sí misma (¿a que vosotros también lo habéis hecho?) y le sorprendió encontrar su nombre en un blog en alemán. Cuando entró, vio que el blog pertenecía a una alumna suya -una Erasmus, de hecho-, y que hablaba no sólo de ella, sino también de otros profesores del departamento. Intrigada, metió el texto del blog en un traductor automático (Babel Fish o similar) para ver qué era lo que decía.

Y lo que decía no era muy agradable. En su caso no era muy grave: lo peor que decía era que es española (???) y que por eso no hablaba bien inglés (???); peor era lo de los otros profesores: criticaba sus clases, su currículum, su personalidad, su aspecto físico... Carmen no fue la única que encontró este blog: los otros profesores también lo descubrieron, y uno de ellos empezó una de sus lectures con esta chica en alemán, para decirle: "te crees muy lista, pero sabemos lo que has escrito".

Bueno, las consecuencias para esta chica fueron desastrosas: no sé qué habrían hecho los profesores, pero la alumna, al verse descubierta, decidió hacer tres cosas: borrar el blog; escribir a los aludidos pidiéndoles perdón, y renunciar a su año Erasmus y volverse a Alemania. La tercera de estas decisiones fue evidentemente excesiva, precipitada, pero irrevocable. De ella nunca más se supo, y el blog ya sólo está accesible en la caché de Google. (Y no, cotillas, no os voy a dar la dirección).

Moraleja (o también: preguntas para la reflexión): Nuestros actos en el mundo virtual pueden tener consecuencias en el mundo real. ¿Debe ser esto así? ¿Debería haber sido sancionada esta alumna por lo que había escrito en su blog personal? ¿Deben ser juzgados los que roban, violan o matan a un avatar en Second Life como si lo hubieran hecho a una persona de carne y hueso? ¿Tienen nuestros superiores -y el Estado, que es el superior de todos los superiores- derecho a espiar a nuestros yos virtuales -de Facebook, de Wikipedia, de Flickr, de blogspot...- y utilizar la información que obtengan en nuestra contra? Se aceptan respuestas en los comentarios.

sábado, 8 de diciembre de 2007

Truce, truce!

Desde ayer por la noche -llegué a eso de la 1 de la madrugada a Shannon- ya estoy de vuelta en Limerick, un Limerick desagradable, ventoso y nublado, por cierto. Estas dos últimas semanas han sido bastante ajetreadas -las correcciones, los viajes, el seminario de Edición Digital, los viajes...-, pero por lo menos he podido pasar unos días en Bilbao, y he tenido tiempo de estar, o por lo menos hablar, con casi todo el mundo, comer con la familia, pasear con Nerea, cenar con los amigos...

Ahora, esta semana que viene es algo así como una tregua, la calma antes de la tempestad, para recuperar fuerzas, porque luego el 13, 14 y 15 tengo los exámenes (es decir, los tienen mis alumnos) y quiero dejarlo todo corregido para el 18. De momento, hoy voy a dedicarme a recoger la casa, hacer el pedido por internet y por la noche quedaré con los amigos de aquí para ver el Athletic-Real Madrid. Y mañana, de vuelta a la universidad, pero con calma.

¡Y mañana Navidad, como quien dice!

jueves, 6 de diciembre de 2007

Edit Wikipedia Week

Ha pasado prácticamente desapercibida la convocatoria de la Semana "Edita la Wikipedia" (o algo así: Edit Wikipedia Week). De hecho yo, que soy colaborador bastante habitual de la Wikipedia en español, casi no me he enterado -aunque también es verdad que en las dos últimas semanas he estado liadísimo-. El caso es que me gustaría aprovechar esta semana para animar a todos los que en alguna ocasión me habéis preguntado por Wikipedia a que seáis valientes y deis el paso de colaborar en el proyecto: es muy fácil, y muy satisfactorio.

Para ello, sólo tenéis que hacer dos cosas:

1.- Registraros: no es obligatorio, pero es muy útil. No hay más que pinchar el botón de "registrarse/entrar" en la parte superior derecha de la pantalla, meter tres datos -nombre de usuario, contraseña, repetir contraseña- y ya.

2.- Empezar a editar: para ello no tenéis más que ir a la página del artículo que queréis mejorar o corregir, y pulsar la pestaña que dice "editar", en la parte superior. Cuando terminéis, le dais a "guardar la página", en la parte inferior.

¡Y eso es todo! Con esos dos sencillos pasos (e incluso el primero podéis saltároslo), habréis contribuido al proyecto. La pregunta habitual: ¿cualquiera puede colaborar en Wikipedia? ¿Hace falta ser experto para colaborar? La respuesta habitual: NO. Cualquiera puede hacerlo, sobre cualquier tema. Si os equivocáis, ya habrá alguien que os corrija y os explique de buenas maneras en qué os habéis equivocado. Para eso hay siempre decenas de ojos patrullando "Cambios Recientes", o lo que es lo mismo en "jerga wikipédica", "haciendo mantenimiento".

Si alguno queréis animaros pero os da miedo el primer paso, también podéis mandarme un email o dejarme un mensaje en mi página de usuario de Wikipedia, e intentaré ayudaros en lo que pueda.

Para saber más:
*Wikipedia: la enciclopedia libre
*Wikipedia: los cinco pilares
*Lo que wikipedia no es
*El punto de vista neutral
*Tutorial de uso de Wikipedia
*Wikipedia:una enciclopedia en movimiento (un artículo que he escrito para la Revista UD de la Universidad de Deusto)

miércoles, 5 de diciembre de 2007

Discworld

La primera vez que oí hablar del Mundodisco fue, hace ya más de diez años, en una reseña de Brujas de viaje que Ciro Galante (tiene nombre de escritor hispanoamericano pero es de Bilbao) publicó en la Revista UD de la Universidad de Deusto. Yo entonces no sabía quién era Terry Pratchett, pero tanto Ciro como Espido Freire (la artista antes conocida como Laura) me dijeron que era divertidísimo, ingeniosísimo, que tenía que leerlo. La verdad es que no les hice mucho caso, y ni ese año ni los siguientes leí nada suyo.

Pero mucho tiempo después, en Termibús, antes de un viaje a Santander, creo recordar, me encontré con unos cuantos de sus libros, y compré uno, El segador, por la razón -bastante infantil- de que era el más delgado. Me gustó bastante, pero la cosa no arraigó. Y hace no mucho, en mi primer viaje a Limerick, me compré otro en Sansted, Witches Abroad, o sea, el mismo que había recomendado Ciro muchos años antes, y que por ahora es el que más me ha gustado. El caso es que, sin darme mucha cuenta, parece que he hecho de esto una costumbre -por cierto, ¿cuántas veces hay que repetir un acto para poder llamarlo costumbre?-, porque en el viaje de vuelta del domingo me leí Eric, otro de los libros de la saga del Mundodisco, y me pareció igualmente ingenioso y entretenido (Ciro, Laura, teníais razón), y pienso comprarme otro en Londres cuando vuelva a Limerick.

Para los que no conozcan a Terry Pratchett, es un autor de novelas cómico-fantásticas situadas en un universo paralelo, el Mundodisco, que es plano -como su nombre indica- y descansa sobre el lomo de cuatro elefantes que a su vez descansan sobre el caparazón de una tortuga. En este mundo abundan los magos, las brujas, los demonios y todos los series propios de la fantasía, y el sentido común brilla por su ausencia, pero las historias de Pratchett siempre aciertan a burlarse de los tópicos cotidianos de este universo nuestro, y especialmente de los tópicos literarios, y de los tópicos literarios fantásticos.

Además, la saga de Terry Pratchett es de lo más apropiada para convertirse en una afición: se han publicado ya más de treinta novelas de la serie, que además ha dado lugar a juegos de rol, videojuegos, MUDs... Así que ya sabéis, en el próximo viaje que tengáis, buscad el Mundodisco a vuestro alrededor: cuando hayáis empezado, quizás ya no podáis parar.

Nota: fotografía de Terry Pratchett tomada de Wikimedia Commons (autor:Jutta), con licencia cc-by-sa.

lunes, 3 de diciembre de 2007

Another airport story

Si ya digo yo que los aeropuertos están llenos de historias, y no todas agradables. Esta tarde, mientras esperaba para facturar para el vuelo Londres-Bilbao, he sido testigo de una. Resulta que por algún motivo a alguien en Easyjet se le ha ocurrido que era buena idea, en lugar de separar la facturación por vuelos, como se hace siempre, hacerla todos con todos, "all international flights" juntos. Como si no se formasen ya bastantes colas con el método tradicional.

Pues a cuenta de esto, un matrimonio italiano que estaba delante de mí ha perdido su avión. En parte, porque la cola era desesperantemente lenta; en parte también, creo, porque cuando anuncian que se va a cerrar una facturación lo hacen sólo en inglés, y este matrimonio, si no me equivoco, iba a Nápoles, y claro, de Napoli a Naples (pronunciado algo así como /neipols/) va bastante, y no se han "coscao".

Total, que ha llegado su turno, y ahí ha sido el llanto el crujir de dientes. La de Easyjet, que el avión ya estaba cerrado, que no se podía hacer nada, que tenían que haber ido antes. Y el matrimonio, que llevaban una hora en la cola, que tenían niños pequeños, que tenían que volar hoy sin falta... Ante este cuadro -la mujer llorando y blasfemando en italiano, el hombre intentando hacerse entender buenamente en inglés- algunos de los pasajeros que estaban a nuestro alrededor se han empezado a amotinar, apoyando a la pareja, y encima uno de los encargados se ha puesto chulito, en plan "vuelva usted a la cola o llamo a seguridad".

Después de facturar mi maleta me he ido hacia la puerta de embarque, porque no me parecía bien quedarme a ver el espectáculo, así que no sé cómo habrá terminado la cosa. Pero cuando estaba ya bastante lejos, casi en el detector de metales, todavía oía a la italiana llorando y gritando: "¡Mañana! ¿Mañana? No podemos volar mañana, ¡tenemos que volar hoy!".

Y así.

domingo, 2 de diciembre de 2007

Cambridge in the middle

Bueno, ya estoy en Bilbao, en mi casa y concretamente en mi cama (mmmmh, qué imágenes calenturientas os estaréis haciendo algunos y algunas). El día ha sido una paliza: me he levantado a las 4 de la mañana, y he llegado a Bilbao a eso de las 9. La parte buena es que, como tenía casi 10 horas de espera en Stansted entre un vuelo y otro, por consejo de Carmen -mi flatmate-, y a pesar de que hacía un día de perros, me he cogido un autobús y me he ido a pasear por Cambridge, que no está muy lejos.

Sólo he estado dos horas y pico, pero me ha encantado. Lo único que hay para ver son los colleges, algunos tan famosos con el King's College o el Queen's College, pero es que toda la zona del centro -que está tomada por la Universidad- está llena de edificios históricos, antiguos, elegantes, preciosos. Aquí os pongo algunos ejemplos. Los primeros no sé qué Colleges son, porque son todos parecidos:






Y este es el King's College, el más bonito de todos:






¿A que dan ganas de irse allí a estudiar, aunque sea Equine Studies?

sábado, 1 de diciembre de 2007

Creative Commons

Probablemente no hayáis notado (porque hay que ir hasta el final de la página para verlo) que he añadido al blog una licencia Creative Commons, concretamente la CC-BY-NC-SA (reconocimiento, no comercial, compartir igual). Esta licencia, a diferencia del copyright que reserva todos los derechos para el autor, permite que otras personas copien, distribuyan e incluso modifiquen el texto, con tres condiciones:

-Que me citen como autor del texto original (Reconocimiento)
-Que no utilicen mis textos con fines comerciales -si yo no gano dinero con esto, estaría bueno que lo hicieran otros- (No comercial)
-Que el texto, y sus posibles modificaciones posteriores, mantengan la misma licencia Creative Commons que tienen ahora; es decir, que nadie puede coger, copiar mi texto, cambiarle dos palabras y publicarlo con copyright, como si fuera suyo. (Compartir igual, en inglés share alike)

Esta licencia obviamente en el caso de este blog no tiene mucha relevancia, porque no creo que la gente esté matándose por plagiarme; pero en el caso de la música, las películas, los libros... (donde poco a poco debería ir introduciéndose, como ya se ha introducido en internet), el copyleft -nombre genérico para todo este tipo de licencias- es una alternativa muy interesante que puede acabar con el sistema de derechos de autor que venimos utilizando desde hace dos siglos... y con sociedades como la SGAE, por cierto.

Así que animaos, y licenciad vuestros blogs -y todo lo demás- bajo Creative Commons: hay muchas opciones para elegir.