Pero mucho tiempo después, en Termibús, antes de un viaje a Santander, creo recordar, me encontré con unos cuantos de sus libros, y compré uno, El segador, por la razón -bastante infantil- de que era el más delgado. Me gustó bastante, pero la cosa no arraigó. Y hace no mucho, en mi primer viaje a Limerick, me compré otro en Sansted, Witches Abroad, o sea, el mismo que había recomendado Ciro muchos años antes, y que por ahora es el que más me ha gustado. El caso es que, sin darme mucha cuenta, parece que he hecho de esto una costumbre -por cierto, ¿cuántas veces hay que repetir un acto para poder llamarlo costumbre?-, porque en el viaje de vuelta del domingo me leí Eric, otro de los libros de la saga del Mundodisco, y me pareció igualmente ingenioso y entretenido (Ciro, Laura, teníais razón), y pienso comprarme otro en Londres cuando vuelva a Limerick.

Además, la saga de Terry Pratchett es de lo más apropiada para convertirse en una afición: se han publicado ya más de treinta novelas de la serie, que además ha dado lugar a juegos de rol, videojuegos, MUDs... Así que ya sabéis, en el próximo viaje que tengáis, buscad el Mundodisco a vuestro alrededor: cuando hayáis empezado, quizás ya no podáis parar.
Nota: fotografía de Terry Pratchett tomada de Wikimedia Commons (autor:Jutta), con licencia cc-by-sa.
2 comentarios:
la librera cabreada opina:
sí, sí, a la gente le encanta terry pratchett..
¡¡pero yo ya no sé dónde meter todos esos libros de bolsillo!!
odio el mundodisco, los pilares de la tierra, la sombra del viento y en navidad, especialmente, al maldito pocoyó
lo siento, yo no era así antes de que la gente empezara a cobrar la paga extra..
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