Hacer una mudanza, aunque sea pequeña como la que tengo que hacer yo ahora -bueno, entre ahora y septiembre- siempre es un incordio: ordenar, rebuscar, meter las cosas en cajas, moverlas atrás y adelante... Pero a cambio tiene una cosa buena: hace que nos demos cuenta de la cantidad de porquerías, cachivaches y recuerdos absurdos que vamos coleccionando con el tiempo, así que, cuando hay que mudarse, hay que elegir, y lo que hace unos meses parecía imprescindible, ahora termina en la basura.
Visto así, una mudanza es una forma de purificación, que habría que practicar más a menudo.
Carlton Mellick III: Cada vez que quedamos en la heladería, te explota la
puta cara
-
*Idioma original:* Inglés
*Título original: **Every Time We Meet at the Dairy Queen, Your Whole
Fucking Face Explodes*
*Traducción: *Hugo Camacho
*Año de p...
Hace 22 horas
1 comentario:
Dos mudanzas son como un incendio, dice mi cuñado...
Crapu
Publicar un comentario