Está claro que los editores hacen cualquier cosa con tal de vender. Por ejemplo, no les vale con inventarse un género, el Tartan Noir, compuesto por novelas policíacas que se desarrollan en Escocia, y cuyo principal representante es Ian Rankin; no: además son capaces de apelar a la rivalidad regional para crear más morbo. Así, como Rankin sitúa sus novelas en Edimburgo, y otro escritor posterior y menos conocido, Alex Gray, lo hace en Glasgow, etiquetan las obras del segundo en la portada como "la respuesta de Glasgow al Inspector Rebus", o "Gray describe Glasgow como Rankin Edimburgo", cosas así.
No sé cómo le sentará eso al bueno de Gray, si habrá consentido en la maniobra comercial o se la habrán impuesto; pero que definan tu obra como "respuesta" a la de otro, o como poco menos que una imitación, no es desde luego el sueño de ningún escritor. Aunque así se consiga vender más.
VV.AA.: El coleccionista de las últimas palabras
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*Idioma original: *Rumano
*Traducción:* Rafael Pisot
*Año de publicación del volumen (originalmente en Italia): *2008
*Valoración: *Recomendable
*El colecc...
Hace 20 horas
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