martes, 28 de abril de 2009

Find the differences

Premio para el que encuentre las diferencias entre las dos versiones de la canción "Back to black" de Amy Winhouse: la normal y la paternalista-censurada-no-se-pueden-decir-tacos-que-puede-haber-niños-escuchando.

Venga, para no haceros sufrir, os las digo: en la primera estrofa, donde el original dice "keeping his dick wet", o sea, "manteniendo su polla mojada" (0:30 del vídeo no censurado), la palabra "dick" ha sido sustituida por una oportuna campanada que le calla la boca a la buena de Amy. Y en la segunda estrofa, donde dice "you love blow and I love puff" (1:54), o sea, en jerga, "a ti te gusta la coca y a mí la marihuana", otra campanada y una especie de silbidito tapan la palabra "blow". ¿Será porque han pensado que además "blow" puede hacer referencia a "blowjob", o sea, "mamada"?

Ya se han visto series y programas de televisión en los que las palabrotas se sustituyen por pitidos. Ahora, canciones en las que las palabras sospechosas se eliminan. ¿Para cuándo cortes en las películas o tachones en los libros? Seguro que hay muchas expresiones en el Decameron, los Cuentos de Canterbury o La Celestina que pueden resultar peligrosas...

3 comentarios:

Résped dijo...

Lo de la censura en los libros tampoco sería muy nuevo. Los libros con contenido erótico no eran de libre circulación hasta hace cuatro días.

Simonetta dijo...

Claro, y hace cinco días el Índice de Libros Prohibidos, hace seis Savonarola...

Pero es una "tradición cultural" que no me gustaría recuperar...

Jaime dijo...

Yo, como reputado filogermano, siempre he sentido un gran respeto por la quema de libros. Hoy en día la impresión está sobrevalorada. Se entiende el aura del libro cuando hacía falta media vida de monje para miniarlo, pero hoy hay muchos libros que serían más útiles a la humanidad alimentando una buena hoguera.