martes, 24 de marzo de 2009

Shy Camelot

[...]
CAMELOT: No quiero salir...
AUTOR: ¿Por qué no? ¡Si a todo el mundo le caías muy bien! ¡Hasta te hiciero un grupo en Facebook!
CAMELOT: ¡No quiero!
AUTOR: ¿Pero por qué?
CAMELOT: Porque... porque... hace mucho ya que no salgo, y seguro que la gente está esperando que haga una gran rentrée con dragones y griales y todo, y cuando me vean se van a decepcionar y me van a gritar y a tirar cosas y tomates y cosas.
AUTOR: Que no, hombre, no te preocupes. En todo caso, al revés: los lectores van a estar tan contentos de vertee, que van a aplaudir cualquier cosa que hagas.
CAMELOT: ¿Y si no estoy a la altura? ¿Y si soy un fracaso? ¿Y si Arturo y Ginebra y Lanzarote ya no dan más de sí?
AUTOR: Pues empezamos todo de nuevo. Total, nadie se acuerda a estas alturas de lo que ya hemos contado...
MARTITA: ¡Yo sí, yo sí, yo sí!
CAMELOT: ¡No salgo!
[...]

6 comentarios:

Anónimo dijo...

jajajajaja!!!Sí que me acuerdo, pero aún así sal,aunque sea en pantuflas y con los rulos puestos...por favor!!!!!

Jaime dijo...

Ten cuidado, Santi, Unamuno empezó también así, hablando con sus personajes, y acabó con la cabeza clavada en una pica en una oscura plaza poblada de yonkis...

Résped dijo...

Sí, pero lo de Unamuno más que por hablar con el pobre Augusto fue por contestarle al impresentable de Millán Astray.

Jaime dijo...

jeje.. bueno, y por contestarles a otros impresentables también. Ya se sabe: ni con los hunos, ni con los hotros.

Santi dijo...

Es curioso cómo Unamuno, a base de no estar en paz con nadie, ni consigo mismo, ha terminado no siendo "adoptado" por ninguna corriente política (o esa impresión me da a mí).

Lo cual por una parte es bueno, porque estas apropiaciones siempre suponen una manipulación, pero por otra parte también da pena que no se saque más jugo al que sin duda es el escritor bilbaíno más universal (con permiso de Juan Larrea o Blas de Otero).

No te preocupes, Martita, Camelot acabará saliendo al escenario, aunque sea atado y amordazado ;)

Esti dijo...

de pronto he recordado cierta conversación en la que alguien comparó a unamuno con naranjito..

qué entrañable recuerdo de nuestra juventud tallerense, jeje ;)

(santi; ¿te das cuenta de que desvariamos tanto en tus comentarios que casi estamos escribiendo un blog paralelo? ¡qué poder el tuyo!)