lunes, 7 de julio de 2008

Ten things you will only see in the movies

Inspirado por esta entrada que encuentro a través de menéame, hago esta lista de "cosas que sólo pasan en las películas":

-Todo el mundo sabe disparar un arma (como decía la entrada que mencionaba antes). No sólo eso, puestos en una situación de tensión extrema, todo el mundo es capaz de pelear a puñetazos, correr más rápido que los que le persiguen o conducir un coche a toda velocidad entre el tráfico sin chocarse. Un minuto eres un tranquilo oficinista; al siguiente, los terroristas raptan a su familia, y taráaaaa, ya eres Rambo.

-Todo el mundo es capaz de resistir colgado de un precipicio por una sola mano, o incluso sólo por dos o tres dedos. Claro. Además, curiosamente la gente consigue aguantarse exactamente el tiempo necesario para
que llegue su amigo / novio / amante, o para que su amigo / novio / amante termine de pelearse con el archienemigo de turno.

-Relacionada con la anterior, todo el mundo es capaz de levantar a pulso a su amigo / novio / amante que está colgado de un precipicio. Yo nunca lo he intentado, pero no creo que sea tan fácil como parece en las películas. ¿Alguien se atreve a hacer un experimento práctico conmigo?

-La gente dice cosas como "salgamos de aquí", "huyamos" o "escondámonos". Vamos, hombre: ¿quién habla así? Lo más curioso es que ya estamos tan acostumbrados que ni nos suena raro...

-Ley de la "tensión sesual": si al principio de la película un hombre y una mujer se miran, se hablan, se ríen y se quedan mirando unos segundos como embobados, probablemente acaben enrollándose medio hora (de película) después. En el cine siempre hay flechazos instantáneos y definitivos, y todos los flirteos acaban en boda.

-Los malos son feos, los buenos son guapos. Como si los feos no tuviéramos bastante con serlo, encima nos quieren cargar el sambenito de ser mafiosos, asesinos, terroristas o lo que es peor, intelectuales. En el mundo de las películas, la cara es el espejo del alma.

-Los malos son muchos, pero torpes. Llega el bueno, con un cuchillo de cocina. Aparecen los malos, decenas de ellos, y deciden que lo mejor es atacar al bueno, de uno en uno, y con armas igualmente absurdas. Si alguien tiene una pistola y la dispara contra el malo, siempre acertará en la tubería que está un poco más arriba -o a la derecha, da igual- de la cabeza del protagonista.

-Ley de la "supervivencia virtuosa", o de la "virtud superviviente": por cada bueno que muere, mueren setenta malos. Por supuesto, como espectadores sus muertes nos dan igual, no nos conmueven ni por un segundo, aunque sólo sean pringadetes a las órdenes de los malos malísimos. Después de todo, los malos no tiene familia ni sentimientos ni nada, ¿no?

-Las chicas sólo saben gritar: Sí, vale, hay heroínas como Lara Croft, pero en realidad todos sabemos que Lara es un tío con tetas, no hay más que ver la cara de palo que pone. Las chicas de verdad sólo saben meterse en líos, dejar que las rapten los malos para hacer chantaje al bueno, y gritar, gritar mucho (véase, como ejemplo práctico, la Mary Jane de Spiderman 1, 2 y 3). Ah, también saben quedarse colgadas del precipicio agarradas por una mano, eso sí que se les da bien.

-"Desenlace" quiere decir "desenlace": si eres el bueno, y consigues cargarte al malo, nadie te pedirá explicaciones. Puedes robar coches, montar persecuciones a toda velocidad por una ciudad en hora punta, asesinar a decenas de malos
, volar edificios: si al final te cargas al "gran malo final", nadie hará preguntas, nadie te acusará de nada, y podrás caminar con tu chica hacia la puesta de sol que anuncia los títulos de crédito finales.

3 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuánta verdad! Te ha faltado otra que sólo pasa en las películas: vas tranquilamente en un taxi, te saltan desde el maletero unos tipos con pistolas (muy feos, claro), te atracan, te piden disculpas y te dejan dinero para pillar otro taxi. ¡Sí que tiene imaginación estos de Hollywood!

Santi dijo...

Bueno, pero eso ya sería demasiado, ¿quién se lo iba a creer? Cosas así no pasan nunca en la vida real, Jaime, hay que saber mantener la verosimilitud... ;)

Esti dijo...

jajjaja!

sí, desde luego, a quién se le ocurre...