martes, 1 de julio de 2008

The wind that shakes the barley

Cuando se estrenó El viento que agita la cebada, de Ken Loach, en el 2006, yo todavía no sabía que iba a terminar en Irlanda, pero el tema, el director y los trailers me parecían atrayentes, así que fui a verla con Nerea y unos amigos. La película sigue la trayectoria de Teddy y Damien, dos hermanos irlandeses de posturas políticas contrapuestas durante los tormentosos años 20 en Irlanda, que llevaron a la partición de la isla y a la independencia de la República de Irlanda.

Desde el punto de vista visual, técnico, etc., la película es irreprochable. A ratos, es dura, tanto visual como emocionalmente (de hecho, Nerea se salió durante una escena en la que torturan a uno de los personajes). Pero lo peor que tiene es que, para alguien que no esté muy familiarizado con la historia irlandesa, es bastante confusa desde el punto de vista histórico y narrativo: uno no entiende, por ejemplo, por qué a la familia protagonista la martirizan, sucesivamente, los ingleses primero, los irlandeses de un bando después, y los irlandeses de otro bando más tarde.

Hay que decir que esto sólo en parte es culpa de Ken Loach: la verdad es que la historia de Irlanda en esta época es bastante laberíntica. Voy a intentar hacer un resumen: tras el fracaso del "Alzamiento de Semana Santa" de 1916, el sentimiento irlandés contrario a la dominación británica se agrupó en torno al Sinn Féin, que arrasó en las siguientes elecciones al Parlamento Británico, pero se negó a ocupar sus escaños, y en cambio proclamó unilateralmente la independencia de Irlanda. Esto dio inicio a la guerra anglo-irlandesa entre el ejército británico (y las bandas paramilitares conocidas como black-and-tans) y el Ejército Republicano de Irlanda (el IRA), una guerra muy sucia -si es que alguna guerra es limpia- donde se cometieron brutalidades contra los civiles por ambas partes. Tras dos años de guerra (1919-1921), se firmó el Tratado Anglo-irlandés, que sancionaba la división de Irlanda en dos, y una cierta independencia -no total, eso tardó en llegar al menos otros quince años- de la Irlanda del Sur.

Sin embargo, este Tratado no fue bien aceptado por todos: una parte de los independentistas, liderada por De Valera, se negaban a aceptar lo firmado por Michael Collins en su nombre (sobre todo, por la divisón de la isla, y por el hecho de que todavía Reino Unido mantuviera cierto control sobre ella). Así, se inició una guerra civil entre dos bandos de irlandeses: los que estaban a favor del tratado (el nuevo Ejército Nacional Irlandés) y los que estaban en contra (el IRA), nuevamente una guerra sucia aunque no tan sangrienta como otras guerras contemporáneas (la Guerra Civil española sin ir más lejos). Finalmente, el Ejército Nacional pro-Tratado se impuso, y el statu-quo de Irlanda como nación independiente -y con Irlanda del Norte desgajada- se mantuvo, de hecho, hasta nuestros días.

Este es el contexto histórico de la película de Ken Loach: conociéndolo, estoy seguro de que la película se disfrutará mucho más. Claro que quizás el director -o el guionista- podía haber hecho algo para hacer todo esto accesible al espectador, pero no era fácil. Además, como ya discutimos en otra ocasión, una película no es un documental...

Por cierto, si veis la película, el deporte que salen jugando al principio, con palos como de hockey y una pelota como de baseball, es el famoso hurling, uno de los deportes típicos de Irlanda.

2 comentarios:

Manuel Trujillo Berges dijo...

Buen resumen, Santi. Por cierto, preciosas las fotos de Aran.

Un abrazo,

Santi dijo...

Gracias, Manuel! Como dice Millars en otro comentario, tuvimos una suerte enorme con el tiempo: justo fuimos a las islas el mejor día de sol de todo el año -y por casualidad, no creas que fue premeditado-.