martes, 1 de septiembre de 2009

My very own uncertainty principle

Estos días me siento identificado con el gato de Schroedinger: en algún lugar, un grupo de académicos ha tomado ya una decisión sobre si contratarme o no; pero por cuestiones administrativas, todavía no han podido comunicarme su decisión (mi caja metafórica). En estos momentos estoy contratado-y-no-contratado, soy una paradoja cuántica andante.

Si esto fuera un relato de Borges, mi vida podría desdoblarse ahora en dos: mi vida contratado y mi vida no contratado; y luego mi vida despedido por acostarme con una alumna y mi vida no despedido porque mis jefes no se enteran de que me acuesto con una alumna; mi vida no contratado pero contento, mi vida no contratado pero deprimido, etc. En algún punto, todas mis vidas convergerían, si se tratase de demostrar la existencia del destino, o divergerían absurdamanete -en una de ellas me convierto en Presidente de la Real Academia, en otra acabo viviendo de la caridad en un YMCA en Nueva York, en otra soy un anciano adorable en Bilbao, rodeado de gatos y niños ajenos- si se tratase de demostrar la teoría del caos, la mariposa que provoca huracanes, la entropía que siempre aumenta...

Si mi curriculum vitae cayera en medio de un campus universitario pero no hubiera nadie cerca para evaluarlo, ¿haría ruido?

5 comentarios:

Jaime dijo...

Fascinante, un caso único. A decir verdad, yo sólo conozco otra paradoja cuántica viviente, aunque en cuestiones de género: Falete.

martita dijo...

jajajaja.os juro que iba a escribir un comentario referente al post.. pero despues de leer lo de Falete solamente puedo descojonarme,jajajaja!

Ensada dijo...

Esta vena mística no te la conocía ¿vives sin vivir en ti?

Los curriculums solo hacen ruido cuando caen en la papelera.

Santi dijo...

¿Se nota mucho que estoy bajo la influencia de The Big Bang Theory?

¿Me estáis comparando con Falete?

Responda sólo a la segunda pregunta.

Jaime dijo...

Jajaj, la verdad es que la primera versión del comentario te denominaba "el Falete de la Universidad" (en la línea de tu título como "el Sherlock Holmes de la Red";), pero pensé que quizá abusaba de lo que cabe esperar razonablemente de la analogía, y tampoco era plan...