Por indicación directa del Ministerio de Sanidad, que ha elegido este humilde blog como medio de expresión (algo que les agradecemos enormemente), publicamos a continuación la lista definitiva de medidas contra la gripe A -la artista antes conocida como "gripe porcina"-:
1.- No dé besos. Ni abrazos. Ni caricias. Ni siquiera a su pareja habitual, ni a sus hijos, padres, hermanos o abuelos. A saber a quién habrán estado besando, abrazando o acariciando antes esas personas (los muy guarros...)
2.- Evite cualquier concentración de personas: clases, celebraciones familiares, misas, partidos de fútbol, reuniones de vecinos, lugares de trabajo con más de tres personas... Mejor quédese en casa, y no deje entrar a nadie. Y sobre todo, si deja entrar a alguien, no lo reciba con un beso o un abrazo.
3.- Recuerde: las personas son inherentemente peligrosas, porque transmiten virus. También los animales son inherentemente peligrosos, pero no creemos que se le vaya a ocurrir besar a una oveja...
4.- Si puede evitarlo, no salga de casa. Es probable que su casa esté ya infestada de virus y bacterias, pero siempre será mejor enfrentarse a enemigo conocido, que salir al mundo a pecho descubierto y arriesgarse a que un desconocido te estornude en los morros.
5.- Compre: mascarillas, medicamentos, periódicos (para enterarse de cuántos años tenía el último muerto por "gripe A"), alcoholes desinfectantes, pañuelitos de papel, ropa de abrigo, comida y agua para aguantar varios meses. Como salir de casa está altamente desaconsejado (véase el punto 4), le aconsejamos que recurra al comercio electrónico, o a la compra por teléfono. Cuando llegue el repartidor, pásele el dinero por debajo de la puerta, y desinfecte inmediatamente los productos que haya recibido.
6.- Lávese siempre y en todo lugar. Si coge el cambio en el bar, lávese inmediatamente las manos, y si puede, lave también las monedas y billetes. Si se ve obligado a coger un transporte público, lave su ropa, su cara, sus manos... o mejor, dúchese cada vez que se vea rodeado por dos o más personas. Se recomienda a las empresas que instalen duchas personales en todas las oficinas.
7.- Al menor síntoma de enfermedad (un dolor de cabeza, un estornudo, cansancio...) póngase a sí mismo en cuarentena. Selle la puerta de su habitación, desconecte su teléfono, apague el móvil y siéntese con tranquilidad a esperar a la muerte. Piense que con su sacrificio está salvando vidas. Casi seguro. Posiblemente. Quizás.
8.- Si sospecha que su vecino está enfermo, denúncielo. El Ministerio ha puesto a su disposición un teléfono en el que podrá notificar anónimamente cualquier comportamiento sospechoso o enfermizo que haya podido observar mirando con prismáticos a través de la cortina entreabierta del vecino de enfrente.
9.- Tenga miedo, en general. El miedo ayuda a evitar peligros. El miedo es el mejor consejero. Si ve enemigos detrás de cada puerta, seguro que evitará llamar a aquellas puertas que efectivamente esconden enemigos. Dicho en otras palabras: desconfíe de esa vecina de apariencia tan sana a la que saluda cada mañana con una sonrisa, o del simpático señor tendero que lleva vendiéndole las fresas desde hace 20 años.
10.- Saltarse alguna de las indicaciones anteriores entraña un directo e inminente peligro de muerte. Este Ministerio no se hace responsable de las posibles consecuencias de sus actos si decide desoírnos, así que por favor, ¡no lo haga!
Edward Carey: Los secretos de Heap House (Trilogía Iremonger, libro I)
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*Idioma original: *inglés
*Título original: **Heap House*
*Año de publicación: *2013
*Traducción: *Lucía Barahona Lorenzo
*Valoración: *Más que recomen...
Hace 15 horas
2 comentarios:
Yo me he atrincherado inmediatamente en mi cabina de la biblioteca. Me he pertrechado de un soplete con el que desinfectaré convenientemente todos los libros que vayan entrando, y también a las personas que me los traigan. Eso sí, después del tratamiento con fuego creo que podré abrazarles sin problema. A lo que quede de ellas, quiero decir.
Bien, bien, Jaime, me gusta ver que las indicaciones de nuestros queridos políticos -siempre mesuradas y razonables- han encontrado el eco que merecen. Además, tu cabina tiene una ventaja, y es que si te pones enfermo siempre puedes poner el aire acondicionado a tope y congelarte hasta que encuentren una cura para la gripe A, como Walt Disney...
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