domingo, 27 de enero de 2008

Nouvelle Cuisine

Mi receta para el risotto de champiñones se va complicando poco a poco. Hoy mismo me he preparado un "risotto de champiñones y calabacín con queso Idiazábal y virutas de ibérico", que, eso sí, me ha quedado un poco demasiado caldoso.

Para los que quieran añadir este plato a su repertorio, aquí va la receta, que es muy fácil: se rehogan los champiñones (en rodajas) y el calabacín (en dados pequeños) con un poco de aceite. Cuando los champis ya se han reducido y han soltado el agua, se echa una taza de arroz por persona, y se revuelve un poco. Luego se añade más agua (dos tazas por cada taza de arroz, y un poco más de propina), se sala y se deja unos 20 minutos. Cuando ya el arroz esté hecho, y quede sólo un poco de agua, se ralla el queso directamente sobre el arroz y se remueve bien. Lo de las virutas de jamón por encima ha sido una frivolité que se me ha ocurrido hoy, pero la verdad es que queda bien.

Nivel de dificultad: fácil. Temporada: todo el año. Precio: barato.

6 comentarios:

Anónimo dijo...

lluvia, radiadores, arroz.. no tengo nada que objetar a la abstracción y la hondura crecientes en los últimos posts. pero a no ser que tu risotto haya mejorado mucho en estos años, he de protestar por tu pretensión de extender esa receta por todo el mundo. sería la versión 1.0, pero aún estoy buscando el empaste que perdí.

Anónimo dijo...

"El niño con el pijama a rayas" (The Boy in the Striped Pyjamas)
Pues no, no tiene nada que ver con el risotto, a no ser que lo uses para leerlo en voz alta mientras comen tus invitados, y que así estén mas distraídos. Pero no me resisto a comentar el libro, recién leído, porque es de un autor irlandés al parecer famoso, John Boyle. Me lo había recomendado mucho una amiga y, tal vez por las expectativas, me ha decepcionado. En realidad no pasa de ser un cuento largo, de lectura fácil, de denuncias consabidas, con el recursos a la mirada infantil de las cosas (recuerdos para La vida es bella), y con un desenlace que uno entrevé hacia la página cuarenta, aunque piensa confiado que "no, no va a ser tan previsible..." pero al final resulta que lo era. En fin, me gustaría saber tu opinión si lo has leído, oh, maestro.

Esti dijo...

yo también recuerdo ese risotto que comimos en granada..
bueeeeeeno, estaba un poquito espeso, pero seguro que con la práctica ha ido mejorando.
eso sí, como las croquetas de nere no hay nada. he dicho.

Anónimo dijo...

Por partes: el risotto de Granada me quedó un poco espesito -cementoso- pero tampoco ayudó a mejorarlo el que alguien le echase ceniza por encima (mejor las virutas de jamón, la verdad).

Y sobre El niño con el pijama de rayas, pues sí, tienes razón en tu crítica, anónimo, es un cuentecillo fácil, que si te dicen "es un cuentecillo fácil que te vas a leer en tres horas" igual lo disfrutas, pero si te lo venden como el gran descubrimiento de la narrativa del siglo XXI, pues sí, decepciona. Yo creo que entreví el final hacia la página 80, o sea que soy menos clarividente que tú, y sí, realmente hay mucho de tópico en todo ello, aunque tiene cierta gracia la forma en la que el niño deforma una realidad que no entiende.

¡Y que viva lo concreto, que los imperativos categóricos no dan calor ni llenan el estómago!

Ángeles Navarro dijo...

Realmente iba a preparar tú receta, porque nunca he hecho un risotto, pero al leer los comentarios de los que te conocen se me han quitado un poquitin las ganas.
Vamos a ver si me animo un dia que no tenga invitados en casa, si me queda bien ya te comentare.

Santi dijo...

No les hagas caso: me están tomando el pelo. Nerea y mi familia pueden dar fe de que cocino aceptablemente bien, y de hecho los arroces son mi especialidad (si es que tengo alguna). De todas formas, si no te fías de mí, aquí tienes varias recetas alternativas del risotto: Una, dos y tres . ¡Suerte!