De las tres veces en que he tenido que empezar una nueva vida en un sitio nuevo (St. Andrews, Nueva York y Limerick) sin duda esta última ha sido la más fácil. En Nueva York, cuando llegué el grupo de españoles ya estaba muy constituido, ya tenían sus relaciones muy establecidas y no fue fácil integrarme -aunque todos, y en especial mis flatmates, hicieron bastante-. En St. Andrews, en cambio, el grupo se formó sobre la marcha, como pasa con todas las experiencias Erasmus (aunque yo no era Erasmus, pero como si lo fuera); pero por algún motivo, el primer semestre se pasó volando, y no dio tiempo casi ni a situarse, ni a encontrarse a gusto, ni a hacer grupo, como hicimos luego durante el segundo semestre, que fue la leche.
Aquí todo ha ido mucho más rápido, y mucho más rodado. En parte influye el que hubiera más gente de mi edad (aprox.) en mi misma situación, todos recién llegados y trabajando en la Universidad: Diego, Gonzalo... Y también creo que influye que tengo más años que en St. Andrews, y sabía más o menos cómo podían ir las cosas. Y que la gente por aquí ha puesto mucho de su parte para echarnos una mano, tanto en el departamento como fuera.
El caso es que, por unas cosas o por otras, la llegada a Limerick ha sido muy sencilla, y me da la sensación de estar aprovechando mejor el tiempo que, por ejemplo, en mis dos primeros meses en St. Andrews. Ahora, a ver si las "buenas vibraciones" se mantienen, y el segundo semestre -ya con Nerea aquí- es igual de bueno que el primero (o mejor).
VV.AA.: El coleccionista de las últimas palabras
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*Idioma original: *Rumano
*Traducción:* Rafael Pisot
*Año de publicación del volumen (originalmente en Italia): *2008
*Valoración: *Recomendable
*El colecc...
Hace 20 horas
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