lunes, 3 de septiembre de 2007

Goodbye loneliness...

Por fin, la noticia que muchos estabais esperando (morbosamente): Carmen, mi compañera de piso italiana, llegó el sábado por la tarde. De momento -llevamos sólo cuatro días conviviendo- parece que nos entendemos bien: aunque ella es más habladora e hiperactiva que yo, también es bastante hogareña, y de costumbres más bien sedentarias. Aunque es de Milán (pero hincha de la Sampdoria, mira tú por dónde), ha estado más de diez años en el Reino Unido, concretamente en Canterbury, y es especialista en literatura inglesa del Romanticismo. En John Ruskin, concretamente. Habrá que leerse algo, aunque sea para disimular.

Al final hemos decidido compartir los alimentos básicos (leche, huevos, sal, aceite, etc.) y separar los demás. Puede ser una buena solución para evitar conflictos. Tampoco por el mando de la tele parece que va a haber peleas: no le apasiona nada la televisión. Habrá que ver cómo llevamos el asunto de la limpieza: no es que yo me considere un guarro ni mucho menos, pero sí tengo un umbral de tolerancia al desorden superior a la media. O así.

En fin, todavía no puedo poner una foto, porque me parecía demasiado violento decirle el primer día: "Oye, perdona, ¿puedo sacarte una foto para enseñársela a toda mi familia, a todos mis amigos, y además de a todo el que pase por mi blog?".

1 comentario:

Anónimo dijo...

"tengo un umbral de tolerancia al desorden superior a la media"... Me gusta la frase; creo que a partir de ahora la adoptaré cuando me pregunten al respecto (hoy mi compi de piso entró en mi habitación para comentarme una cosa y su carita era un poema viendo el panorama alrededor; podría haberle respondido: no pasa nada, es que tengo un umbral de tolerancia al desorden superior a la media...)
Por pereza no he mirado el blog hasta ahora; ya seguirás contando de la italiana, que parece interesante...
A seguir bien!