jueves, 27 de marzo de 2008

Unplugged

Durante los cuatro días siguientes -me voy a la boda de una amiga en Guadalajara- voy a estar desconectado de internet. Ya, esto no es noticia, pero es que para mí (como para mucha gente... espero), cuatro días sin mirar el email, visitar los blogs habituales o revisar mi lista de seguimiento en Wikipedia me parecen muchos. Con internet pasa como con los móviles: cuando no los teníamos, vivíamos tan felices y no notábamos ningún vacío esencial; ahora que nos hemos acostumbrado, ya no podemos vivir sin ellos. ¿Cómo nos arreglábamos, nosotros mismos y las generaciones anteriores, para comunicarnos (sólo) por correo tradicional y teléfono fijo, sin morir de angustia, de impaciencia o de incertidumbre?

1 comentario:

Anónimo dijo...

Santi, vuelve! ¿Cómo vivían antes sin esta compulsión bloguera? Me siento fatal, como si me hubieran quitado las zapatillas de debajo de la cama.