Antes de venir a Limerick yo no sabía quién era Ian McEwan. Es posible que hubiera oído su nombre, y seguro que había visto alguna de sus novelas en alguna librería, pero no habría sido capaz de mencionar ni uno solo de sus títulos. Y de repente, al venir aquí, el bueno de Ian empezó a salir por todas partes. Primero, obviamente, por la película Expiación (Atonement), con Keira Knightley, que se estrenó a finales del año pasado. Además, a todo el mundo con el que hablaba le gustaba mucho Ian McEwan: Carmen, mi flatmate, que incluso ha utilizado en alguna de sus clases Entre las sábanas, uno de sus libros; Nuria, una de las compañeras del despacho, me lo recomendó como uno de los escritores vivos que más le gustan...
Así que, claro, tenía que leerle. Y después de cuatro libros suyos (The Comfort of Strangers, Atonement, Amsterdam y On Chesil Beach) creo que ya tengo una opinión formada al respecto: me gusta Ian McEwan, aunque no me parece el genio universal y comparable a los más grandes de los grandes que algunos quieren ver en él.
Lo mejor que tiene, sin lugar a dudas, es su descripción de los personajes. La primera parte de Expiación y de On Chesil Beach son larguísimas introspecciones en los pensamientos, sentimientos, instintos y complejos de los protagonistas; casi no hay acción, lo que importa es el efecto que esa levísima acción tiene en los ánimos de los personajes, y todo ello además consiguiendo que la lectura no se haga pesada, porque Ian McEwan lo presenta todo de una manera ligera, desprejuiciada, con un sentido del humor muy cruel hacia sus criaturas.
Esta capacidad para estirar la indagación psicológica sin apenas acción puede ser también, visto desde otro punto de vista, un problema: en Expiación, por ejemplo, me dio la impresión de que había un cierto desequilibrio entre la primera parte, estática y muy extensa, y las dos últimas, más cargadas de acción y más breves. Como si, cansado por el esfuerzo psicológico de la primera parte, hubiera renunciado a él en el resto de la novela y hubiera preferido ir corriendo hacia el final. En general, los finales de las novelas de McEwan intentan casi siempre epatar al lector, y muchas veces optan por lo excéntrico o lo rocambolesco, sin llegar a convencer.
Algunos consideran a Ian McEwan como uno de los mejores novelistas vivos, y de hecho he visto algunas de sus novelas en listas de "las 100 mejores novelas de la historia" (que me parece un poco exagerado, la verdad). Lo que no se puede negar es que escribe bien, y que además es capaz de crear historias interesantes, basadas principalmente en los personajes. Estoy seguro de que Atonement no va a ser la última película que veamos basada en alguno de sus libros. Y si no, al tiempo.
Edward Carey: Los secretos de Heap House (Trilogía Iremonger, libro I)
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*Idioma original: *inglés
*Título original: **Heap House*
*Año de publicación: *2013
*Traducción: *Lucía Barahona Lorenzo
*Valoración: *Más que recomen...
Hace 5 horas
5 comentarios:
Pues habrá que probarlo en una traducción, a ver cómo lo han tratado..
Simonetta
Aprovecho que el Cadagua pasa por Limerick (y por donde le echen, de lo desbordado que va) para plantear una consulta literaria: ¿qué hay de Ballard? He oído hablar bien, y creo que ahora mismo me apetece el rollo este "tecno-malri". Recurriendo directamente a la autoridad competente, ¿has leído algo? ¿Qué recomendarías?
Deberías abrir una sección de consultas literarias en las que nos respondieras a todos con un "querida amiga, tu carta me ha emocionado...".
Saludos pascuales.
Querido lector, gracias por tus merecidísimos elogios y por tu fidelidad a esta nuestra publicación. Me alegra que me preguntes sobre Ballard porque de hecho coincide que... no he leído absolutamente nada suyo. Acabo de googlearlo, y he descubierto que es el autor de dos obras adaptadas al cine (El imperio del Sol y Crash, pero no la última que ganó el Oscar, sino la de David Cronenberg, sobre gente a la que le ponen los accidentes de tráfico). Aparte de eso, sí que tienen buena pinta como autor de ciencia ficción "distópico". A ver si busco algo suyo y me lo devoro en los siguientes viajes de avión.
P.D. serendípica: En Curioso pero inútil (http://curiosoperoinutil.com/), uno de los blogs que tengo enlazados, comentan esta semana El rebaño ciego, de John Brunnel, uno de los compañeros de Ballard en la llamada "Nueva Ola" de la ciencia ficción de los años 60 y 70. Para saber más, cómo no, la Wikipedia en español (http://es.wikipedia.org/wiki/Nueva_ola_%28literatura%29) o en inglés (http://en.wikipedia.org/wiki/New_Wave_%28science_fiction%29)
Querido consultor literario, muchas gracias por el vínculo: la crítica me ha abierto el apetito. Añadiré "El rebaño ciego" a alguna de Ballard ("Rascacielos" me da curiosidad). Me apetecen cosas fácilmente digeribles y con calidad, y no sé por qué tengo fe en estos britanos. Mi apetencia viene dada por dos fracasos consecutivos: "La isla del día de antes" (sólo legible para expertos en heráldica barroca) y "La fortuna de Matilda Turpin", apresurado novelón con pretensiones heideggerianas pergeñado por Álvaro Plómbeo.
(Espero que esto no salga publicado cinco veces, porque me está dando una de problemas... no quisiera copar el -recién estrenado- "Rincón del lector atribulado".)
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