Oh, tú, landlord,
que en septiembre nos dijiste
"mi casa os dejo, mi casa os doy"
(en el principio era el verbo
con un acento de Kerry difícilmente comprensible):
ahora que ha llegado el final de los tiempos
no mires nuestros destrozos
ni la suciedad que hay a los dos lados del horno
sino lo bien que hemos pagado todos estos meses
y lo poco que te hemos molestado.
Tú, que en tu inmenso poder
cerraste una ventana que nadie más podía cerrar
(solo a ti te estaba destinada,
oh landlord),
y mandaste a alguien que arreglara el calentador de la ducha
-aunque a decir verdad nunca arreglaste
ni el timbre ni la luz de la entrada-.
Oh, landlord, ahora
que ha llegado el final de los días
ten piedad de tus tennants
y conforme a tu palabra concédeles
recuperar la fianza
y el dinero que han invertido en la casa
(una estantería, un armarito para el baño, un tendedero);
perdónanos la última factura del gas
y la electricidad
y reenvíanos el correo a la dirección que te digamos.
Tú, que alquilas y rentas
por los siglos de los siglos,
agur.
Reseña + Entrevista: Lealtad al fantasma de Enrique Serna
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*Idioma original*: español
*Año de publicación*: 2022
*Valoración*: muy recomendable
*Cualquier hombre, por fascinante que pueda ser, acaba por converti...
Hace 1 hora
3 comentarios:
Je je
¿Significa esto que pronto te veremos por aquí? Ardo en deseos de hablar sobre la situación de las universidades, jeje.. ¡Suerte con el landlord!
jajajjaaj
amén
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