Aparte de la originalidad que supone empezar la primavera un mes y medio antes que el resto del hemisferio norte, la cosa tiene narices, porque ¿cómo es posible que febrero, que es uno de los meses más fríos del año, sea considerado primavera, y agosto, el mes más caluroso, otoño? Como prueba de tamaña absurdez, aquí os dejo unas fotos tomadas esta misma mañana, donde se puede ver todo el césped lleno de escarcha.
VV.AA.: El coleccionista de las últimas palabras
-
*Idioma original: *Rumano
*Traducción:* Rafael Pisot
*Año de publicación del volumen (originalmente en Italia): *2008
*Valoración: *Recomendable
*El colecc...
Hace 20 horas
No hay comentarios:
Publicar un comentario