lunes, 24 de agosto de 2009

Zombie interview

ENTREVISTA EXCLUSIVA CON EL PRESIDENTE DE LA ASOCIACIÓN INTERNACIONAL PARA LA DEFENSA DE LOS DERECHOS DE LOS ZOMBIS

(Nota aclaratoria: dado que todas las respuestas de un zombi suenan como si una persona ronca intentase hacer gárgaras sin agua, se ha realizado una traducción aproximada, intentando respetar más el sentido de lo que el zombi quiso decir, que la literalidad de lo que en realidad dijo. Lamentablemente, no hemos conseguido que revise las pruebas de imprenta, por lo que el lector deberá fiarse de nuestra palabra al respecto)

BL: Bueno, señor zombi, bienvenido a nuestro blog.
Z: Grrrrgagaglgagagrrrrrrr (Se ha respetado esta primera respuesta, por no existir traducción exacta en nuetro idioma)

BL: Me comentaba usted cuando contactó conmigo que quería dar esta entrevista para limpiar el buen nombre de los zombis, ¿no es así?
Z: En efecto, estoy aquí para denunciar que los zombis somos víctimas del último y más grave caso de racismo, discriminación y genocidio que ha conocido la historia. Uno no puede ya hacer chistes en libros ni películas sobre los negros, los gordos, los homosexuales o los minusválidos, pero ¿se ha fijado usted en cómo nos reflejan a los zombis? Como salvajes, estúpidos, violentos, antisociales.

BL: Y esto les molesta, claro.
Z: Molestarnos, no, porque como ya estamos muertos no tenemos sentimientos, pero sí nos trae consecuencias incómodas.

BL: ¿Como cuáles?
Z: Pues como que en cuanto la gente nos ve nos intente reventar la cabeza a palazos. La primera vez tiene gracia, luego se hace incómodo bajar a comprar el pan con un casco de motorista todos los días.

BL: ¿Y de dónde cree que viene esta incomprensión hacia los zombis?
Z: De la incultura y la desinformación, como todo racismo. La gente piensa que porque estamos muertos vamos a intentar comérnoslos, y esto no es así. Los zombis, como los vivos, podemos alimentarnos de carne de ternera, cordero, pollo, pavo... poco hecha, eso sí.
En realidad, la única diferencia entre un zombi y un ser humano es que el zombi se ha muerto, pero no ha terminado de enterarse. Es como cuando te haces un corte que sangra mucho pero no duele, que hasta que alguien no te dice "estás sangrando como un cerdo" no te das cuenta; esto es igual: un zombi puede seguir con su vida tranquilamente durante días sin darse cuenta, hasta que alguien le dice "tío, hueles a muerto". Y entonces empiezan los problemas: la gente deja de hablar contigo, los amigos insisten en que te metas en una caja y te estés quieto, los vecinos aparecen en tu puerta con antorchas y machetes...

BL: ¿Y cuál es su propuesta de la Asociación Internacional para la Defensa de los Derechos de los Zombis?

Z: Pues muy sencilla: que se nos trate como a personas humanas, sin distinciones entre blancos, negros, gitanos y no-muertos (que por cierto, es el nombre que preferimos). ¿Que hay entre nosotros algunas ovejas negras, que de vez en cuando salen a comer cerebros o a contaminar a media ciudad? Por supuesto, pero qué colectivo no los tiene. No veo que se demonice a todos los odontólogos porque alguna vez alguno ponga empastes innecesarios para ganar más dinero...
Lo que decimos es que, si se nos diera una oportunidad, la gente vería que somos igual que los vivos, e incluso que podemos ser amables, sociables, divertidos. Por ejemplo, se nos da muy bien jugar al poker: ¡es imposible saber cuándo vamos de farol! (El zombi emite un gorgoteo que debe de ser su equivalente a la risa)

3 comentarios:

Ensada dijo...

Si que se sabe cuando van de farol, se les cae un ojo en la mesa cuando miran las cartas.

Muy buena, me he reído una jartá...

Jaime dijo...

Hacia los zombie studies!

Santi dijo...

Zombis forever!!!

Aprovecho para recomendar Guerra Mundial Z