domingo, 23 de agosto de 2009

Amazing discovery

A una hora adecuada de la mañana (cuando está amaneciendo al otro lado de la ventana, y el cerebro todavía duda entre el sueño y la vigilia), el grito lejano de una gaviota se parece sorprendentemente a los gemidos de una mujer alcanzando el orgasmo.

3 comentarios:

Jaime dijo...

Sin duda es preferible eso a que los gemidos de una mujer parezcan graznidos de gaviota.

Santi dijo...

No sabría decirte: nunca he oído... el graznido de una gaviota :P

Guillermo Gómez dijo...

Jajaja, estoy con Jaime. Me ha gustado mucho el microcuento.