El partido resultó entretenido (Limerick iba perdiendo 3-9 al descanso y acabó empatando a 11, así que habrá partido de "desempate" el sábado que viene), pero para un espectador ocasional como nosotros resulta un deporte bastante caótico, y bastante violento. Es raro ver una jugada ordenada con un par de pases y un tiro a puerta, todo tiene pinta de ser aleatorio: tú golpeas la pelota hacia el campo contrario, confiando en que por allá haya algún compañero tuyo, y el que la coja que se arregle. Seguro que no es así, pero es la impresión que da.
En fin, aquí van algunas fotos del evento.
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