Es posible que para los que no estáis en el mundillo académico no esté muy claro qué es exactamente una "defensa de tesis" como la que tuve que pasar yo el viernes pasado para convertirme en doctor. Así que voy a dedicar un ratillo a explicarlo, y de paso a comparar el modelo español con el modelo irlandés, por lo que he podido averiguar durante estos meses.
Así en general, una defensa de tesis (o
viva -de
viva voce- en Irlanda) es un acto académico en el que un doctorando debe demostrar la validez de su investigación y responder a las cuestiones o críticas de un grupo de expertos (cinco en España, dos en Irlanda), para probar que realmente merece el grado de doctor, que sería algo así como la "mayoría de edad investigadora": que ha alcanzado la madurez y las habilidades necesarias para realizar investigaciones científicas con autonomía.
Una de las preguntas más habituales que me hacía la gente antes de la defensa era: ¿es posible suspender una defensa de tesis? La respuesta, en España, es: en teoría, sí; en la práctica, es prácticamente imposible, altamente inhabitual. Se supone que es tu director de tesis el que tiene que saber cuándo tu investigación está lo suficientemente madura y lo suficientemente completa como para presentarla, por lo que si un doctorando llega al trance de la defensa, con el aval de su director, lo normal es no sólo que apruebe, sino que saque la máxima nota. Esto está bien, porque da tranquilidad a los doctorandos para el día de la defensa, pero al mismo tiempo hace que, a efectos oficiales, prácticamente todas las tesis -las magníficas, las correctas y las mediocres- reciban la misma calificación en la práctica.
En Irlanda, en cambio, es más posible una defensa de tesis -no tanto por la defensa en sí misma, como por los defectos de la investigación. Así, es habitual que los miembros del tribunal pidan al doctorando que realice cambios en su tesis antes de concederle el título de doctor, e incluso es posible que le concedan un título inferior -equivalente a un Master- o ningún título en absoluto (lo cual, la verdad, tiene que ser devastador para alguien que haya dedicado tres o cuatro años de su vida a su trabajo, por malo que haya sido el resultado).
Otra pregunta habitual: ¿durante la defensa de verdad se dice algo útil, o es todo un paripé? Pues esto depende mucho de cada tesis y cada tribunal. En España, lo más común es que primero hable el doctorando, luego los cinco miembros del tribunal, y después, si quiere, el doctorando otra vez para contestar a los expertos. A veces, en este turno de réplica el doctorando se limita a agradecer las sugerencias y comentarios del tribunal; otras veces, contesta a las preguntas o correcciones propuestas. En todo caso, y dado que el destino de muchas (o algunas) tesis es la publicación posterior, el doctorando haría bien en tomar nota de las sugerencias que escuche ese día, para incorporarlas después, si es posible hacerlo razonablemente, a la versión publicable de la tesis.
En Irlanda -como en Gran Bretaña, creo, y a diferencia de Francia-, la defensa tiene un formato aún más dialogado que en España: los dos miembros del tribunal hacen preguntas o comentarios, y el doctorando los va contestando sobre la marcha, justificando sus elecciones metodológicas, etc.
¿Y cuánto dura una defensa de tesis? Pues depende mucho, también. Si cada miembro del tribunal habla 20 minutos, y el doctorando otros 20 minutos al principio y al final, salen aproximadamente unas dos horas y media de acto; pero no es raro que se alarguen hasta las 3 horas o, como la mía, hasta las 3 horas y media. En Irlanda, por lo que tengo entendido, suelen ser más breve, de unas dos horas.