Después de tres semanas disfrutando de un tiempo inusualmente bueno para ser Irlanda -o sea, cielos grises, temperaturas apacibles, algún día de sol-, esta semana el otoño se nos ha echado encima, y lleva dos días lloviendo casi sin parar: a ratos en plan sirimiri, a ratos en plan tormenta tropical. Las narices gotean, las gargantas carraspean, los paraguas paragüean.
Pero claro, no podemos quejarnos: no se puede querer que el campo esté verde todo el año y que no llueva, al mismo tiempo. O lo uno, o lo otro.
"O todos o ninguno. O todo o nada", que decía Bertolt.
Reseña + Entrevista: Ella en la otra orilla y La cigarra del octavo día de
Mitsuyo Kakuta
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*Idioma original: *japonés
*Título original: *Taigan no kanojo (対岸の彼女); Yokame no semi (八日目の蝉)
*Traducción: *Yoko Ogihara y Fernando Cordobés
*Año de publi...
Hace 24 minutos
3 comentarios:
Ya ves, has llevado el sirimiri a Irlanda ¡lo que es la globalización, la interculturalidad y esas cosas...¡
Pero no serás un chimbo-emigrante acreditado hasta que no cantes bilbainadas en las fiestas, por lo menos en las benéficas....
Por cierto, parece que en Irlanda un día de lluvia en plan sirimiri lo describen como
"a nice soft day" ¿Si?
Podría ser. Un día que estaba totalmente nublado, aunque sin lluvia, y hacía unos 20 grados, le oí a una señora decir "Great day, today!".
Así o sé cómo llamarán a los días soleados...
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