Parece mentira que a estas alturas todavía exista tanto espacio para la credulidad y la superstición, y que todavía haga falta sostener debates que parecían superados hace 200 años. Pues no: resulta que todavía hay gente que no sólo insiste en que la razón y la ciencia son insuficientes para explicar la vida y el mundo -bueno, eso lo dicen todas las religiones-, sino que además se arroga la capacidad de tener todas las respuestas que faltan, y tenerlas reunidas en un solo libro. Y no me refiero a la
Biblia, sino a otro libro mucho más ridículo y aburrido:
El libro de Urantia.
Para el que no conozca
El libro de Urantia, puede empezar por leer
la reseña que Jaime escribió para nuestro blog
Un libro al día. Según los creyentes del
Libro, su contenido fue dictado por extraterrestres a un grupo de personas en Estados Unidos en los años 20. En él se habla -literalmente- de todo lo divino y lo humano: la composición del universo, la jerarquía de dioses, ángeles y demás seres celestiales, la evolución de las razas humanas, mezclando la Biblia con los conocimientos científicos más o menos en voga en el momento en que se redactó, y con un (meta)lenguaje hermético y rebuscado que tira para atrás. En resumen, se trata de un libro tan confuso y ridículo, que podría pensarse que se trata de una broma muy elaborada, si no fuera por dos cosas: que resulta aburridísimo, y que hay gente que se lo toma realmente en serio.
Esto último lo hemos podido comprobar nosotros en nuestras propias carnes. Resulta que, apenas un día después de que Jaime publicara la reseña antes citada, apareció en nuestro blog
un comentario de un tal David Carrera, acusándonos básicamente de cerrazón mental, de estar llenos de prejuicios y de criticar cosas que no entendemos. A poco que se investigue en la red (y no hace falta investigar mucho), se descubre que el tal Carrera es uno de los más firmes defensores del
Libro en España, autor entre otras obras de
un panfleto en el que critica a la obra de Martin Gardner
Urantia, revelación divina o negocio editorial, la cual, como se puede ver por su título, es a su vez una crítica del
Libro.
Hay cosas que no se le pueden negar al bueno de David Carrera, por ejemplo su habilidad para detectar inmediatamente cualquier comentario negativo que se haga en la red sobre
Urantia y salir al paso para contrarrestarlo con palabrería; también hay que reconocer su habilidad como proselitista místico
New Age: su capacidad para hablar aparentando una serenidad sobrehumana (claro, porque ha visto LA VERDAD) o su habilidad para mezclar churras con merinas y decir que el
Libro de Urantia "da coherencia a multitud de nociones fragmentadas, incompletas y difusas que tenemos los seres humanos sobre multitud de cuestiones". Recordemos que trata de un libro que incluye párrafos como éste:
Los Siete Espíritus Rectores no se ponen en contacto directa y personalmente con la administración universal por debajo del nivel de los tribunales de los Ancianos de los Días. Vuestro universo local es administrado como parte de nuestro superuniverso por el Espíritu Rector de Orvonton, pero su función, en relación con los seres nativos de Nebadon, es inmediatamente descargada y personalmente dirigida por el Espíritu Materno Creativo residente en Salvington, la sede central de vuestro universo local.
La verdad es que este es un debate que resulta tremendamente incómodo, porque es imposible discutir cuando no hay un suelo mínimo común, unas "reglas del juego" compartidas. Dado que los urantianos niegan que la razón y la ciencia sean suficientes para comprender el universo, y sólo aceptan la VERDAD relevada del
Libro, cualquier argumento que podamos dar en su contra no es más que una prueba de nuestra ceguera y nuestros prejuicios; y si nos reímos en sus barbas (que es lo que dan ganas, la verdad), le damos pie a que se haga la víctima... Lo mejor sería ignorarle, pero entonces podría parecer que nos hemos quedado sin argumentos...
Y lo peor de todo, realmente lo peor de todo, es que hay gente que se toma en serio estas cosas...